

Las personas que participan de ésta corriente van a raves y conciertos, pero también hacen parte de colectivos culturales y artísticos. Pueden ser estudiantes o personas un poco mayores que viven de actividades diferentes a la música pero que le dedican mucho tiempo a ella.

El atuendo no sigue reglas específicas, pero se usan mucho pantalones justos, entubados, prendas asimétricas y funcionales. Lo importante es estar cómodo.
Tendencias como ésta dan indicios acerca de valores emergentes en los jóvenes como el rechazo a grandes conglomerados empresariales y el interés creciente en la desigualdad social, que pueden incidir en gran medida sobre los hábitos de consumo. Por ejemplo, el uso de internet para compartir más que para vender y el preocuparse por quién produce lo que utilizamos y en base a eso decidir si se consume o no.